Ya sé quién me proporciona la tienda (desarrolla, instala y configura) y quién me permite cobrar al cliente de forma segura y cómoda para ambas partes, descartando que mi producto sea un intangible como un contenido digital, necesitaré una agencia de transporte que me proporcione unas tarifas competitivas y servicios de valor añadido como la posibilidad de hacer un seguimiento del pedido en tiempo real para el cliente introduciendo una referencia o un sistema de notificaciones y avisos entre tienda, agencia y cliente final. También podría tener con un sistema de recogida en la empresa ahorrándonos tiempos de desplazamiento.
Las empresas de transporte han empezado a ver el potencial del comercio electrónico y todas tienen distintos planes de envío, dependiendo de frecuencias, tamaños y pesos, etc. Algunas tienen bonos o paquetes de sobres pre-franqueados que nos permiten una mayor agilidad a la hora de enviar la mercancía.
Mi consejo es valorar minuciosamente las ofertas y condiciones de cada una, así como probar a trabajar con varias para identificar realmente cuál es la que mejor se adapta a nuestras necesidades (comprobarás que en algunos casos, los márgenes en los gastos de transporte que establezcas son una fuente de beneficios extra para tu negocio).
En cuanto a la repercusión en el precio final del producto, mi consejo es facilitarle la toma de decisión al usuario, bien incluyendo los gastos de envío en el precio final o estableciendo pocos tipos de tarifas (nacional, zona euro y zona no euro por ejemplo): las diferencias de coste entre unas zonas y otras suelen compensarse entre sí: los que pagan de más compensan los gastos que no pagan los otros. El cliente no debería emplear su tiempo en un formulario eligiendo su continente, país y región para calcular los gastos de envío, que por otra parte, nunca debería acercarse o superar al precio del artículo (si esto sucede, véndelo en lotes o no lo vendas). Esto es una obviedad, pero sorprendentemente en muchas tiendas (ej: cápsulas de café), los gastos de envío superan al precio del artículo...
También debes tener en cuenta que la nueva directiva europea sobre comercio electrónico ampliará el plazo de devolución de 7 a 14 días y el cliente podrá asumirá los costes de devolución, siempre y cuando se le informe claramente al consumidor sobre las condiciones de devolución de los productos (quedan excluidos los productos digitales y aquellos productos hechos a medida como alguna ropa, muebles, etc.). La nueva directiva establece por otra parte que el tiempo máximo de entrega será de treinta días desde la operación de venta, pasado este tiempo el comprador podrá renunciar al contrato y exigir la devolución integra del importe.
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